Se nos va 2016 y en un abrir y cerrar de ojos volveremos a renovar ilusiones, deseos y tareas para encontrarnos mejor con nosotros mismos. No es la mejor época del año para ponernos obligaciones pero sí para colocar un objetivo a corto plazo que podamos traspasar y seguir luego a otro. Este año prometió muchas tendencias en innovación gastronómica que cumplieron con creces su aparición y no fueron una moda. Lo ecológico saltó a nuestra mesa sin vuelta a atrás ocupando cada vez más estantes de nuestro supermercado favorito y con una trazabilidad del producto ansiada por los consumidores más exigentes; los informes sobre lo que comemos de la Organización Mundial de la Salud no han hecho sino poner de manifiesto que somos lo que ingerimos -entre otros factores-; los foodtrucks han dado un giro a cómo ponemos el mantel mientras estamos de paseo, y, por no ser exhaustivos, el tan ansiado «todo está a un clic de distancia» ha sido ya posible entre multinacionales de los ‘hiper’, distribuidores y la reciente aparición de otro jugador como Amazon.