¿Por qué la edición 2017-18 de Operación Triunfo ha logrado ser un éxito? ¿Qué hizo diferente tras una pausa de seis años? ¿Cómo conectó con la generación más joven de españoles? La respuesta es fácil decirla pero no tanto hacerla: saber entrar en «la conversación». Ver la televisión cómo y cuándo queramos es ya habitual pero los programas tipo reality show, galas, ceremonias y los deportes tienen aún el poder para congregarnos cuando se emiten porque vivirlos en directo otorga emociones muy distintas a hacerlo en diferido.
Operación Triunfo ha sido un rotundo éxito, yendo de menos a más, en su atención en televidentes: 18% de share en la gala 5 hasta la gala final, la que coronó a Amaia como ganadora, que fue vista por 3.925.000 espectadores, con un 30,8% de cuota de pantalla (su primera edición en 2001 congregó una media de un 43,30% de share y 6.947.000 espectadores); a las 23:12 horas fue el llamado «minuto de oro», con 4.729.000 espectadores y un 47.3% de cuota de pantalla. En Internet también fue creciendo el interés hasta hacerlo llegar a la audiencia más tradicional. Esta vez se construyó desde el 2.0 hacia fuera.
Estas son las cinco ideas que han sido motivo de su explosión:
- Canal 24 horas. Puede parecer una tontería pero la masa crítica más fiel de Gran Hermano se quedó huérfana cuando no tuvieron la posibilidad de seguir su programa favorito a todas horas. OT no ha dudado en enchufarnos a los participantes y a su vida con picos de 300.000 usuarios simultáneos.
- El contenido se podía ver en Youtube, no tenías que pasar por una página web o por una aplicación móvil de una cadena concreta, como Tele 5 hizo con Gran Hermano. Y en Youtube estaba además el canal 24 horas. ‘Miedo‘, la actuación de Amaia en la final, va camino de 1.5 millones de visualizaciones. La más vista es ‘City of Stars‘, de Alfred y la propia Amaia en la Gala 3, lleva 5.5 millones de reproducciones.
- Como hace MasterChef, todos los concursantes tenían perfil de Twitter pero, aún más importante para conectar con el público joven, perfil de Instagram. También se ofrecían ruedas de prensa a través de Periscope.
- Spotify e iTunes como grandes aliados con las grabaciones en estudio de las versiones que se cantaban en la gala, novedoso ya que hasta ahora sólo se editaban galas o lo que se hacía con discográficas. 6 temas de OT hoy en día están entre los 50 más escuchados de España en Spotify y 9 entre los más virales. Y 8 temas en el top 15 de las más compradas en iTunes, con ‘Miedo’ liderando la clasificación por encima de ‘La llamada’, de Leiva (ganadora del Goya a mejor canción original).
- Twitter como apertura de fronteras junto a Youtube. La red social del pajarito azul, esa que muchos han querido mandar al otro barrio aunque tiene 330 millones de usuarios, está muy viva. Esta semana Jack Dorsey afirmaba que, por primera vez, se anotaban un beneficio de 91 millones de dólares (74,3 millones de euros). Ha servido para hablar no sólo de las galas sino de la vida en directo. La mayoría de hashtag han sido trending topic en España, pero también en otros países de habla hispana. Además, después de finalizar el concurso permanecen los temas del momento ya que aún se realizan los directos pero de cada participante como por ejemplo en
#OTDirecto8F.
Muchas de estas cosas la han podido hacer otros programas, pero hay que saberlas alimentar, hay que contestar, hay que participar, generar contenido y ser fieles al producto con el gran acierto de un casting otra vez pretendidamente ingenuo -sin serlo tanto-, unos profesores más actuales, un jurado que no machacaba y Noemí Galera, con amplia experiencia en estas lides, protagonista de la Academia. Dar todas estas facilidades ha supuesto que todos nos fuéramos enganchando cada vez más.
La narrativa transmedia bien hilada, como se ha hecho desde los tiempos 1.0 como Starwars o más recientemente con El Ministerio del Tiempo, es la clave; decisiva la emisión en múltiples canales, ampliar la historia y su profundidad para conformar un todo, logrando que la experiencia sea mucho más satisfactoria y haciendo que el consumidor quiera disfrutar cada pieza de información.
Este breve análisis deja fuera conscientemente mucha más cuestiones (la vuelta a TVE, rediseño de imagen, diversidad de género, algunos besos, la capacidad musical de los participantes, gira de conciertos comedida o un presentador espectacular) ya que lo que queremos destacar es que, en el mundo de Netflix y HBO, hay que hacer televisión 2.0 de verdad, como hizo Operación Triunfo, o morirás y no precisamente de éxito.
Sin comentarios