Algunos tuits de @perezreverte publicados ayer 17 de mayo sobre el uso de ‘empoderar’ y otros anglicismos. No podríamos estar más de acuerdo.
«Empoderar» no sería perverso si no se usara, como al fin ocurre, para sustituir y borrar otras palabras que matizan conceptos importantes.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
Y al final, la RAE, que no es policía, sino notario, tiene que tragar. Aunque algunos académicos blanditos traguen más fácilmente que otros.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
Aquí, irresponsablemente, despreciamos cada vez más los matices, la riqueza del español o castellano. Reducimos su fuerza expresiva.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
Por ejemplo, ya no hay nada «grave» en España, ni una enfermedad. Ahora todo es «severo», como si tuviera el ceño fruncido y te riñera.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
Ya pocos dicen «comenzar», «emprender» o «empezar», sino todos (por la tecla de inicio) «iniciar».
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
Pocos dicen ya «personalizar», sino «customizar». Ya no hay «insignias», sino «pines». Etcétera.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
Oír «emplatar», por ejemplo, anima a entrar en la cocina con una escopeta del doce. O «encimar», en el fútbol. Pongan ustedes ejemplos.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
Nada es «extraordinario», «asombroso», «sorprendente», «inexpresable», «conmovedor», «chocante», «fascinante»,sino «Muy fuerte. Muy fuerte».
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) Mayo 17, 2015
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