La exposición al tiempo de pantalla en niños y adolescentes es un tema de creciente preocupación en nuestra sociedad. A medida que aumenta el uso de dispositivos electrónicos, es importante comprender cómo este tiempo de pantalla afecta al crecimiento cognitivo y emocional de los niños. En este post exploraremos los efectos del tiempo de uso de móvil y tabletas en el desarrollo infantil, desde problemas generales hasta estudios específicos que investigan su impacto en el cerebro y el comportamiento.
Consecuencias del uso de móviles y tabletas
Existen diversos problemas que pueden afectar a los menores de edad debido al uso excesivo de pantallas, entre ellos:
- Desarrollo cognitivo y social: pasar demasiado tiempo frente a una pantalla puede limitar las oportunidades para interactuar con otros niños y adultos, lo que es esencial para desarrollar habilidades de comunicación y empatía.
- Sueño: el uso antes de dormir puede afectar negativamente la calidad y cantidad del sueño. La luz azul emitida por las pantallas puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño.
- Salud física: el sedentarismo asociado al uso prolongado de dispositivos electrónicos puede contribuir al aumento de peso, la obesidad y otros problemas de salud en los niños. Además, el uso excesivo de pantallas puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de visión, como la fatiga visual y la miopía.
- Bienestar emocional: el uso excesivo de redes sociales y la exposición a contenido inapropiado o violento puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.
Estudios con incidencia directa cerebral
Como primeras argumentaciones están correctas, son generalistas y de mero sentido común pero hasta la fecha, y con más de una década de redes sociales entre nosotros, tenemos que abordarlo desde una perspectiva de uso de pantallas claro pero especialmente vinculado a sistemas altamente adictivos como Tik Tok o Instagram. En este sentido, voy a intentar resumir los que he leído más interesantes relacionados siempre con el móvil y las tabletas en el desarrollo infantil.
Estudio: Associations Between Screen-Based Media Use and Brain White Matter Integrity in Preschool-Aged Children (JAMA Pediatrics, 2019).
Resumen: investigó las asociaciones entre el uso de medios de pantalla basados en las pautas de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) y la integridad de la sustancia blanca del cerebro en niños en edad preescolar. Los resultados mostraron que el uso de medios de pantalla superior al recomendado por la AAP se asoció con una menor integridad de la sustancia blanca en áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje y la alfabetización.
Muestra: incluyó a 47 niños en edad preescolar de entre 3 y 5 años.
Metodología: los investigadores utilizaron cuestionarios para medir el uso de medios de pantalla de los niños y como se ajustaba a las pautas de la AAP. Luego, realizaron imágenes de resonancia magnética de difusión (DTI) en los niños para evaluar la integridad de la sustancia blanca en sus cerebros. Finalmente, compararon los resultados de las imágenes cerebrales con el uso de medios de pantalla informado.
Es una muestra pequeña y que haría falta seguir ampliando pero hay algunos con masa crítica suficiente como veremos a continuación.
Estudios con gran número de sujetos
Vamos a destacar dos con el fin de ilustrar las conclusiones del inicio.
Estudio: Associations between 24 hour movement behaviours and global cognition in US children: a cross-sectional observational study (The Lancet Child & Adolescent Health, 2018).
Resumen: examinó las asociaciones entre el comportamiento de movimiento durante 24 horas (sueño, actividad física y tiempo de pantalla sedentario) y la cognición global en niños estadounidenses. Los resultados mostraron que cumplir con las recomendaciones de sueño, actividad física y tiempo de pantalla se asoció con un mejor rendimiento cognitivo en los niños.
Muestra: el estudio incluyó a 4.520 niños de entre 8 y 11 años.
Metodología: los investigadores utilizaron datos del estudio de National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES) para obtener información sobre el comportamiento del movimiento de los niños. La cognición global se evaluó mediante la batería de evaluación cognitiva NIH Toolbox, que mide funciones como la memoria, la atención y el lenguaje. Los análisis se ajustaron por variables como el sexo, la edad, la raza, el nivel educativo de los padres y el índice de masa corporal.
Aún más grande es el siguiente.
Estudio: Screen Time and Problem Behaviors in Children: Exploring the Mediating Role of Sleep Duration (International Journal of Environmental Research and Public Health, 2020).
Resumen: investigó la relación entre el tiempo de pantalla, la duración del sueño y los problemas de conducta en niños. Los resultados mostraron que el tiempo de pantalla excesivo estaba asociado con problemas de conducta en los niños, y que la duración del sueño desempeñaba un papel mediador en esta relación.
Muestra: incluyó a 28.439 niños y adolescentes de entre 2 y 17 años. La muestra se extrajo del National Survey of Children’s Health (NSCH) 2016-2017 en los Estados Unidos.
Metodología: utilizaron datos del NSCH para evaluar el tiempo de pantalla, la duración del sueño y los problemas de conducta de los niños y adolescentes. El tiempo de pantalla se midió utilizando las recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría. Los problemas de conducta se evaluaron utilizando el Strengths and Difficulties Questionnaire (SDQ). Se utilizaron modelos de regresión lineal y logística para analizar las relaciones entre estas variables, controlando factores de confusión como la edad, el sexo, la raza y el estado socioeconómico.
Conclusiones
No es lo mismo que nos parezca que algo no es bueno en consumo excesivo con saberlo científicamente. Como vemos, está relacionado con la actividad física, que trae consigo salud, pero también con los contenidos que deben llevar control parental en todo momento.
Por último, es importante resaltar que no solemos poner el foco en nosotros sino en ellos, y es muy importante que también seamos espejo de buenas prácticas. El Associations of Parental and Child Screen Time with Preschool Children’s Behavioral Problems: A Cross-Sectional Study (International Journal of Environmental Research and Public Health, 2021) explica bajo una muestra de un millar de niños y niñas que tanto el tiempo de pantalla de los padres y madres como el de los niños estaban asociados con problemas de conducta en los niños en edad preescolar.
Tanto en EEUU como en España, las asociaciones de Pediatría recomiendan a los menores de 18 meses no usar pantallas y a partir de los 2 años un máximo de un hora diaria y tutelados. Incluye la TV, no sólo móvil. La clave es encontrar un equilibrio y asegurarse de que el tiempo se integre adecuadamente en la vida de los niños y no reemplace actividades importantes como el sueño, la actividad física, la interacción social y el tiempo en familia; y mejor el consumo creativo que pasivo. Los padres, madres y cuidadores también deben ser conscientes de su propio uso de la tecnología y actuar como modelos a seguir en este aspecto ya que son ya multitud los estudios en la misma línea.
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